CÓMO PROTEGER CABLES ELÉCTRICOS CORRECTAMENTE, UNA PREOCUPACIÓN NECESARIA
La protección de los sistemas de cableado es un aspecto clave de la seguridad en las instalaciones eléctricas
La humanidad ha evolucionado de manera sorprendente a lo largo de su historia y, una de los elementos característicos y propiciatorios de esa evolución ha sido sin duda la capacidad del ser humano para desarrollar nuevas herramientas y tecnologías que le permitieran dar un paso adelante y situarse en lo más alto del escalafón respecto a otras especies y depredadores.
Si bien al principio esta carrera tecnológica se centró principalmente en los sectores que más inmediatamente eran vitales como la agricultura y la caza, rápidamente empezó a ser patente que la organización en grandes sociedades demandaba otro tipo de producto, con lo que el mercantilismo empezó a ganar popularidad e importancia.
El salto definitivo y exponencial de estos factores se dio con la gran industrialización de las ciudades y el descubrimiento de los recursos productivos, como fueron el carbón y, especialmente, más tarde la introducción de la electricidad en las fábricas e industrias de todo el mundo.
La evolución desde entonces ha crecido a pasos agigantados, trayendo consigo increíbles resultados productivos, pero también, lógicamente, una necesidad cada vez mayor de garantizar la seguridad de esos mismos sistemas de producción.
Uno de los elementos claves en la mayoría de estos modernos sistemas de protección es el cableado, presente en todo tipo de cajas e instalaciones eléctricas y por lo tanto su importancia hace que su seguridad, o cómo proteger cables eléctricos, goce de un protagonismo realmente notable.
La protección del cableado no solo es clave para garantizar la seguridad de los trabajadores y la instalación en sí, si no también para evitar el mal funcionamiento de la misma y por tanto de toda la producción o la función de las distintas utilidades que dependen de la instalación y su cableado.
El agua y el polvo son los principales agentes externos que pueden comprometer el correcto y normal funcionamiento de las instalaciones eléctricas y su cableado y, por tanto, cuando pensemos en cómo proteger cables eléctricos, debemos tener como prioridad garantizar su estanqueidad.
Otro aspecto a tener en cuenta, además de cómo proteger cables eléctricos en sí, es también proteger al personal encargado de manipularlo de los posibles riesgos de electrocutarse que se derivan de esta tarea. Por lo tanto, una correcta protección conllevará un revestimiento realmente aislante para los cables.
Es de agradecer el esfuerzo que hacen las distintas empresas encargadas de instalaciones eléctricas de gran complejidad en preocuparse por cómo proteger cables eléctricos correctamente, maximizando su eficiencia y evitando correr riesgos innecesarios tanto para la instalación en sí como para el personal que se encarga de su mantenimiento y manipulación.