EL TUBO CORRUGADO, UNA SOLUCIÓN SIMPLE Y EFICAZ PARA LA PROTECCIÓN DEL CABLEADO

Se trata de un sistema de alta eficacia y sencillez

La protección del cableado es uno de los elementos de seguridad prioritarios para las empresas de todo tipo de sectores, que tienen en las instalaciones eléctricas un componente esencial para sus sistemas de producción.

El uso de tubos y revestimientos se ha convertido en una de las soluciones preferidas por todo tipo de negocios, que aprecian su sencillez y fiabilidad en cuanto a protección se refiere, reduciendo de manera significativa los riesgos derivados de los cableados e instalaciones eléctricas en general, siendo los más comunes el fallo eléctrico y la electrocución al ser manipulada por el personal.

Uno de los recursos más utilizados es el tubo corrugado. Este se usa habitualmente en las instalaciones eléctricas, tratándose de un gran tubo ancho que recoge y aloja en su interior los cables estrechos que van conectados al cuadro eléctrico en cuestión.

Estos tubos protegen a los cables a la par que les sirve de orientación y guía, actuando como un raíl que los transporta hasta el punto en que están conectados, minimizando riesgos, asegurando el ajuste de los mismos a las cajas y siendo especialmente recomendados en situaciones en que se usan instalaciones eléctricas empotradas.

Este tipo de tubo corrugado está hecho habitualmente de plástico, siendo usado en instalaciones eléctricas de todo tipo gracias a su versatilidad y eficacia, ya sea en instalaciones energéticas o de telecomunicaciones, con todo tipo de características, sean enterradas, en caja o empotradas en paredes y techos.

Un tubo corrugado que sea usado para canalizaciones eléctricas acostumbra a medir entre 12 y 250 mm, dependiendo de el uso que se le vaya a dar y el lugar en que estarán situados dichos tubos, ya sea en canalizaciones enterradas o en tubos que den al exterior.

Un tubo corrugado puede tener características diferentes y especiales, siempre dependiendo del uso que se le vaya a dar, los hay blindados, especialmente recomendados en montajes superficiales, que no son empotrados, precableados, para instalaciones en construcciones de hormigón, e incluso inhalogenados, que garantizan bajas emisiones de humo en caso de incendios.

Se trata, por lo tanto, de una solución realmente eficaz y versátil que permite que los negocios minimicen los lógicos y comunes riesgos derivados de las instalaciones eléctricas, en que el cableado está presente en multitud de sitios y cajas distintas, y debe ser manipulado habitualmente por los distintos operarios.

Su capacidad de protección en cuanto al cableado está fuera de toda duda, habiendo ganado en importancia en los distintos negocios, que han quedado maravillados con la simplicidad y eficacia de este tipo de sistemas de seguridad para cables.

Publicaciones Similares