LA PROTECCIÓN DE CABLEADOS, UNA NECESIDAD PRIMARIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL

La prevención de riesgos relacionados con el cableado, claves para garantizar la seguridad 

La electricidad y su uso en la industria fue sin lugar a dudas uno de los factores más importantes en el crecimiento tecnológico y productivo de los últimos tiempos en el sector industrial, permitiendo un aumento sin precedentes de las capacidades de producción y automatización de los procesos necesarios así como de la explotación de los recursos implicados en la producción.

Ello, sumado a su uso doméstico en el día a día de nuestra sociedad, hacen de los cables uno de los elementos más comunes tanto en el sector industrial como en el particular.

Como la mayoría de elementos que componen tecnologías con tanto potencial como la electricidad, el cableado, a la par de imprescindible, es también potencialmente peligroso, sobretodo si su instalación es defectuosa o no es adecuada al espacio y la superficie que deben ocupar.

La protección de cableados es por tanto una necesidad primaria para las empresas y sectores que precisan de grandes cantidades de cable para poder funcionar. Los inspectores de riesgos laborales y las propias empresas se afanan a buscar soluciones para minimizar los riesgos derivados de las instalaciones de cableado, principalmente relacionados con un mal aislamiento que pueda provocar cables pelados y peligro de electrocutarse.

La importancia de tener una buena seguridad para evitar accidentes con los cableados

Dentro de la protección de cableados, los tubos y racores flexibles de Poliamida, son uno de los elementos de protección y conexión usados en la mayoría de sistemas de cableados. Su principal función es la de proteger del calor, la humedad, posibles contactos con agentes químicos y exposición de rayos UV a los cables, para garantizar su correcto funcionamiento y prevenir el desgaste que puede llevar a fallos potencialmente peligrosos.

Los tubos y racores suelen estar fabricados de algún tipo de elastómero termoplástico, dependiendo el mismo de la aplicación del sistema. Este tipo de productos son muy conocidos y apreciados en la protección de cableados por sus altas prestaciones; son, por ejemplo, flama retardantes, repelen el agua, son químicamente resistentes y protegen de los rayos UV. 

Además de todo ello, son realmente ligeros, altamente flexibles y de fácil manipulación, cosa que viene muy bien para adaptarse a las vicisitudes de las instalaciones.

La protección de cableados es una necesidad de la que se benefician sectores como el de la automoción, los ferrocarriles, la aviación, el sector de la náutica, y todo tipo de maquinaria, equipamiento eléctrico, iluminación, ingeniería, robótica, telecomunicaciones, industria química, automatización, energías renovables, etc.

Se trata, por lo tanto, de una preocupación ligada a prácticamente todos los sectores de la industria, absolutamente necesaria en las modernas instalaciones industriales, verdaderamente equipadas con grandes cantidades de cableado.

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